Hoy estoy en la Expo. Ya sé, estoy un poquico pesado con la Expo... pero oye, para algo importante a nivel internacional que tiene lugar por aquí por Zaragoza, bien habrá que hablar de ella, ¿no?
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Hoy quería hablar de los visitantes de la Expo (bueno, de algunos de los visitantes de la Expo).
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Me llama mucho la atención la gente que se pega horas haciendo cola para entrar a un pabellón, entra y no lee ninguno de los carteles informativos que hay. Mira las cosas, si hay pantallas táctiles las toca porque son graciosas, y va corriendo al final del pabellón para que le pongan en su pasaporte un sello de su pabellón. O, directamente, se asoman al mostrador del final del pabellón sólo para que les pongan el sello. He visto varias veces a mucha gente comportarse así. Por lo visto si no hay pantallas de televisión que lo expliquen todo en imágenes, la gente no hace ningún esfuerzo. (Lo que me lleva a... ¿será todo esto producto del papel hegemónico como método de entretenimiento de la televisón en nuestras vidas? Cada vez me alegro más de que me aburra mucho la tele... pero esto ya es otro tema).
Leí un artículo en el periódico el otro día que hablaba exactamente de esto y me hubiera gustado ponerlo aquí, pero no sé qué he hecho con ese periódico... jopetas.
Con la de cosas curiosas e interesantes que se pueden leer en los pabellones de la Expo...
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Hoy quería hablar de los visitantes de la Expo (bueno, de algunos de los visitantes de la Expo).
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Me llama mucho la atención la gente que se pega horas haciendo cola para entrar a un pabellón, entra y no lee ninguno de los carteles informativos que hay. Mira las cosas, si hay pantallas táctiles las toca porque son graciosas, y va corriendo al final del pabellón para que le pongan en su pasaporte un sello de su pabellón. O, directamente, se asoman al mostrador del final del pabellón sólo para que les pongan el sello. He visto varias veces a mucha gente comportarse así. Por lo visto si no hay pantallas de televisión que lo expliquen todo en imágenes, la gente no hace ningún esfuerzo. (Lo que me lleva a... ¿será todo esto producto del papel hegemónico como método de entretenimiento de la televisón en nuestras vidas? Cada vez me alegro más de que me aburra mucho la tele... pero esto ya es otro tema).
Leí un artículo en el periódico el otro día que hablaba exactamente de esto y me hubiera gustado ponerlo aquí, pero no sé qué he hecho con ese periódico... jopetas.
Con la de cosas curiosas e interesantes que se pueden leer en los pabellones de la Expo...
¿Qué artificio es aquel que admira al cielo?
Alcázar es Real que señalas.
¿Y aquel quién es, que con osado vuelo
a la casa del rey le pone escalas?
El Tajo, que hecho Ícaro, a Juanelo,
dédalo cremonés, le pidió alas.
Y temiendo después al Sol el Tajo,
tiende sus alas por allí debajo.
Luis de Góngora
(Poesía expuesta en el pabellón de Castilla-La Mancha que hace referencia al Ingenio de Juanelo Turriano, un aparato construido en Toledo en 1565 que transportaba agua del Tajo al Alcázar, salvando casi 100 metros de desnivel entre ambos puntos y transportando 18.600 litros diarios; el funcionamiento del Ingenio se desconoce debido a que los planos originales se desconocen)
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