viernes, 24 de junio de 2011

Une journée typique d'Erasmus...


Un día normal de erasmus en Dijon es que Miguel te despierte de resaca por la mañana aporreando tu puerta, salir al pasillo y que Naomi, Emma, Serena y todos los Erasmus te saluden con toda su energía y te alegren el día, subir a la habitación de Diana a por algo de chocolate, comer pasta (¿qué si no?), hacer botellón con todos los españoles a los que adoro, emborracharse (¿por qué no?), ver que siempre hay momento para hacer la fiesta y para divertirse, que cada día es especial e irrepetible, que tus amigos son en realidad tus hermanos, que nunca vas a olvidar cada momento que estás viviendo, poder ser la persona que eres realmente… y al final irte a la cama sabiendo que eres feliz.

À mon avis, une journée typique pendant l’erasmus à Dijon, c’est que Miguel te reveille à la matin, en train de frapper fortment ta porte, quand tu as la guele de bois, sortir au couloir et que Naomi, Emma, Serena et tous les erasmus te saluent avec toute sa enérgie et son bonheur, aller à la chambre de Diani pour prendre un peu de chocolat, manger de la pâte (quoi d'autre?), faire le « botellón » avec les espagnols (les espagnols que j’adore) et boire jusqu’à être bourré (pourquoi pas ?)… mais, surtout remarquer chaque jour qu'il y a toujours du temps pour faire la fête et s'amuser, que chaque jour est spécial et unique, que tes ami(e)s sont tes frères et tes sœurs avec lesquels tu peut être vraiment toi même, que tu ne vas jamais oublier chaque instant que tu vives… et, a la fin de la journée, aller a dormir et savoir que, pendant ces mois, tu as été heureux.

jueves, 16 de junio de 2011

Adioses.


Una de las cosas más difíciles del mundo es decir "adiós". Pero cuando ese adiós es de verdad es mucho más difícil; cuando dices adiós a gente a la que quieres, a gente con la que has estado viviendo, gente con la que te has reído, gente con la que has compartido los momentos más felices de tu vida... y además no sabes con exactitud cuándo volverás a verlos, ni siquiera si volverás a verlos.

Cuando llegué en septiembre pasé los primeros días de mi erasmus como, tal vez, los peores días de mi vida. Luego todo mejoró notablemente, y comenzó la aventura y la experiencia que no olvidaré jamás. Conocí a la gente a la que más quiero ahora mismo y a la que nunca olvidaré, y creo que todos pensamos que nunca nada iba a terminar. Pero entonces empezaron a llegar las despedidas, y la odisea del principio (de papeleos a todas horas, echar de menos España, no entender nada...) se convirtió en algo insignificante en comparación con el infierno de decir cada día adiós a una persona a la que quieres.

Yo firmé un contrato erasmus, pero estos malos ratos no estaban en ningún punto de ese contrato...

domingo, 5 de junio de 2011

Fiestaaa!

Porque una de las cosas que más hemos hecho y más hemos disfrutado como Erasmus en Dijon ha sido "faire la fête", la fiesta va a continuar hasta el día que coja el tren de mi regreso definitivo. Prometido.