viernes, 26 de febrero de 2010

Tiana y el sapo

Como si volvieras a ser un niño.

Así es como te sientes cuando sales de ver Tiana y el sapo y te das cuenta de que el Disney que pobló de fantasía, amor, canciones y finales felices nuestra infancia no ha muerto ni morirá nunca.




Dibujos animados a la antigua usanza, con canciones divetidas, románticas y pegadizas, con personajes frescos y originales, una historia tradicional, de sobra conocida por todos, reinventada... y amor, mucho amor del verdadero.

Lo que más me sorprendio fue el personaje de Ray. El típico personaje emblemático y divertido de las películas de Disney, pero con una historia tan bonita (o más) que la de la propia princesa.



Sus Majestades Bella, Blancanieves, Ariel, Jasmine, Cenicienta y Aurora, hagan hueco, que llega la princesa Tiana.



¿Y tendremos que hablar pronto de Rapunzel como la nueva princesa Disney?

jueves, 25 de febrero de 2010

Percy Jackson y el ladrón del rayo (o cómo ver una peli en el cine con la calidad de Cinetube)

¿Que cómo ver una peli en el cine con la calidad de Cinetube?
Pues es muy fácil si tienes un poco de miopía, no acostumbras a usar lentillas y te dejas las gafas en casa. Y así conseguí ver Percy Jackson y el ladrón del rayo, aunque a veces confundiera a Percy Jackson con Medusa, al sátiro con el minotauro y a la hija de Atenea con ¿Nerea qué haces en la peli?... uy, que no estoy mirando la pantalla... qué bien están las gafas en casa...

Exageraciones y chistes malos aparte, os contaré que me fui con dos filólogas al cine (una ya nombrada, a la otra no la nombro hasta que no tenga un blog en condiciones XD) y que Percy Jackson es, como su nombre bien indica, Harry Potter sin tanta calidad y con la mitología griega rondando por todas partes.



Pero como las comparaciones son odiosas, me quedaré con que disfruté Percy Jackson. Intenté verla como si tuviera 11 años y algo menos de información y criterio cinematográfico en mi cabeza, y creo que lo conseguí, aunque a veces me fuera inevitalbe ver un error argumental o me fastidiara mucho que de repente toda la mitología griega se hubiera trasladado de un país con una tradición cultural como Grecia hasta los mismísimos estados de EEUU.

Obviando todo esto, como digo, la disfruté. Me reí, me puse nervioso, me asusté y me gustó Uma Thurman como Medusa. Y como no le pedía nada más a esta película, y para mí una buena película es aquella que cumple con el objetivo que se había propuesto, la recomiendo para comer un rato palomitas. Y, por supuesto, si hay una segunda parte (que seguro que sí) la iré a ver.

sábado, 20 de febrero de 2010

Avatar

Ahora que ya se ha pasado todo el revuelo y que todo el mundo la ha visto ya, yo y mis filólogos favoritos nos fuimos a ver Avatar, la película que era una revolución en la concepción de cine.

Y sólo tengo que decir que no es para tanto.
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Vale, está muy bien. Visualmente es preciosa y espectacular, técnicamente inmejorable. Pero los personajes son los de cualquier otra película de Hollywood, y el guión tanto de lo mismo.
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Será una revolución técnica en la forma de hacer cine, pero las historias, personajes y desarrollos siempre serán los mismos. Eso sí, con esto del 3D cuando pase una mariposa por la imagen no podremos evitar estirar la mano para cogerla.

jueves, 18 de febrero de 2010

El fin de la cotorra

Hablaba, hablaba sin cesar, hablaba
como si el mundo fuera a terminarse
si dejaba de hablar, como si el hombre
fuese a retroceder a las cavernas
(o más allá, hasta el rudo pitecántropo)
si interrumpía su discurso, como
si el destino del orbe dependiese
de sus palabras, como si los dioses
hablaran por su boca, como si
estuviese cumpliendo una misión
por orden de la reina de Inglaterra
o del papa de Roma, y se jugase
el éxito final en su renuncia
al silencio. Y hablaba, y parloteaba,
y no decía nada, como suele
pasar en estos casos. E impedía
que alguien pudiera articular palabra,
porque le iba la vida en el acoso
y derribo de cuantos pretendían
decirle algo, fuese lo que fuese.
Estuvo hablando sin para diez años,
los que pasó conmigo, en aquel zulo
del infierno donde sobrevivíamos.
De pronto calló. Y os aseguro
que no fuen ada fácil conseguirlo.
Pero calló. Y lo hizo para siempre.

Luis Alberto de Cuenca

Para no decir nada, es mejor no hablar...

viernes, 5 de febrero de 2010

La poesía...

... que me ha dado mi primera alegría de estos exámenes de febrero junto con los señores Moratín, Nuño y la señora Azucena.

XI
—Yo soy ardiente, yo soy morena,
yo soy el símbolo de la pasión,
de ansia de goces mi alma está llena.
¿A mí me buscas?
—No es a ti, no.

—Mi frente es pálida, mis trenzas de oro,
puedo brindarte dichas sin fin.
Yo de ternura guardo un tesoro.
¿A mí me llamas?
—No, no es a ti.

—Yo soy un sueño, un imposible,
vano fantasma de niebla y luz.
Soy incorpórea, soy intangible,
no puedo amarte.
—¡Oh ven, ven tú!

El día especial de Carmen

Carmen es una señora de la limpieza de la FyL.
Estaba tranquilamente limpiando uno de los pasillos cuando por su walkie-talkie la ha llamado Marisa para avisarla de un código rojo en la sala de estudio.
-¡Código rojo!, ¡código rojo! ¡Carmen, cubos!
Carmen ha cogido todos los cubos que ha podido y ha venido como un "velocirraptor" para ver lo que ocurría. La sala de estudio se está inundando, se conoce que intentando arreglar un radiador no les ha salido muy bien.
Ahora Carmen está luchando contra las aguas bravas, una vez el heisser ha sido controlado, para evitar que el desastre se extienda.
Mientras tanto, los estudiantes que van llegando escuchan las leyendas de los pocos que sobrevivimos al desastre.

LOS DUNVIROS INFORMANDO EN DIRECTO