jueves, 29 de agosto de 2013

Aire de Dylan, de Enrique Vila-Matas.



Enrique Vila-Matas nació en Barcelona en 1948. Trabajó como redactor en la revista de cine Fotogramas, en 1973 publicó su primer libro y un año después se instaló en París, donde vivió dos años. Él considera que la aceptación de los lectores le llegó en 1985 con Historia abreviada de la literatura portátil. Sus novelas se han traducido a un total de 26 idiomas. 

Actualmente, se considera a Vila-Matas uno de los escritores más originales e inteligentes de la literatura contemporánea, no sólo española, sino también europea; prueba de ello, y ejemplo de la mencionada autoficción, es la exitosa novela sobre la que trata este trabajo, Aire de Dylan. La visión de la realidad del mundo como algo teatralizado es algo muy característico de la novela, y el autor escribe algo sobre esto en otro de sus libros, Dietario voluble:
El mundo es una ilusión, un escenario en el que todos tenemos frases que decir y un papel que representar. Cierta clase de actores, al reconocer que están en una obra, seguirán actuando a pesar de todo; otra clase de actores, escandalizados de descubrir que están participando en una mascarada, tratarán de irse del escenario y de la obra. Los segundos se equivocan. Se equivocan porque fuera del teatro no hay nada, ninguna vida alternativa a la que uno pueda incorporarse. El espectáculo, al igual que el teatro kafkiano de Oklahoma, es, por así decirlo, el único que hay en la cartelera. Y lo único que uno puede hacer es seguir representando su papel, aunque tal vez con una nueva conciencia, una conciencia cómica.

El teatro es uno de los elementos más importantes de Aire de Dylan. Toda la novela es un gran homenaje al teatro y su argumento parece en sí mismo el de una obra de teatro. Ya desde el primer fragmento el autor deja claro que el teatro va a ser algo imprescindible a lo largo de la historia, y mete la historia en esa especie de representación teatral:
Algunos entran muy tarde en el teatro de la vida, pero cuando lo hacen parece que entren sin brida y directos ya hasta el final de la obra. Ése fue mi caso. Y hoy puedo afirmarlo con toda seguridad. La representación empezó la mañana en la que mi mujer me entregó una carta que acababa de llegar de Suiza, una invitación a participar en un congreso literario sobre el fracaso.
Otro aspecto que me gustaría tratar que relaciona Aire de Dylan con el teatro es la idea de que, en algunas ocasiones, el narrador cree ser consciente de estar participando en una obra de teatro y que hay un escritor escribiendo su historia y, por lo tanto, guiando sus vidas.

También me gustaría hablar del género de la autoficción tan característico de 
Vila-Matas. El propio autor define el concepto de autoficción en una sola frase, para diferenciarla de la autobiografía: “Es bien sencillo: la autoficción es la autobiografía bajo sospecha”. Se trata de crear una historia de ficción en la que el protagonista y narrador se identifique con el autor. 

Así pues, Vila-Matas le dará su personalidad al narrador, utilizará su entorno, el espacio en el que se mueva habitualmente, e incluso introducirá personajes que existan en la vida real. Por eso sitúa su novela en las calles de Barcelona, en una de sus librerías más frecuentadas (la librería +Bernat), y pone en ese espacio personajes reales, como probablemente el de su esposa al principio de la novela, o el de la librera de +Bernat, Montse, que existe realmente y es amiga del autor.

lunes, 26 de agosto de 2013

Un bigote recolector de migas y difícil de peinar.



A primera hora de la mañana golpeó mi puerta tres veces. Su cara de "vamos a hablar" y su paso rápido al entrar en mi salón y sentarse en el sofá me hizo pensar que tenía algo importante que decirme. Bueno, más que eso, el hecho de que fuera primera hora de la mañana. Nadie te visita a primera hora de la mañana a no ser que tenga algo muy importante que decirte y se haya pasado la noche entera dando vueltas en la cama y conversando largamente a ratos con la almohada y a ratos con la nevera.

Me miró la cara en dos segundos antes de detenerse en mis ojos. Yo noté su recorrido. Primero miró mis labios, luego mi nariz, pasó a mi pelo todavía enmarañado, y por fin bajó a detenerse en mis ojos. "Ya hace casi cinco años que estamos saliendo y todavía no me has pedido que venga a vivir contigo", me dijo. Yo no tenía previsto decir nada. No me gusta demasiado hablar, mucho menos interrumpir un discurso bien ensayado. 

"El caso es que me parece que no vamos a la misma velocidad -continuó-. Yo estoy leyendo a Proust y tú sigues releyendo a Rowling. Yo veo películas de Kubrick, tú sigues viendo y reviendo Star Wars. Yo escucho a Bruce Sprinsteen y a Johnny Cash, y tú a Lady Gaga y a Lana del Rey. Al principio eso fue lo que me enamoró de ti, esa jovialidad que te caracterizaba, un inmaduro, un niño en un cuerpo demasiado grande para él... no sé, me gustaba sentirme joven a tu lado. Pero ahora has cumplido veinticuatro años, y yo casi veintiséis, y ya es momento de crecer un poco. Sin duda, creo que lo que me ha hecho plantearme todo esto ha sido que te dejaras crecer ese espantoso bigote. Es decir... puedo soportar tus cosas infantiles, tus cosas de niñato que nunca va a hacerse mayor, pero lo que no puedo soportar es que encima vayas por ahí con ese bigote creyéndote alguien maduro, alguien mayor, alguien responsable, cuando ni lo eres ni lo serás. ¡Si la mitad del tiempo lo llevas lleno de migas y mal peinado! En fin, no quiero gritarte... lo mejor será que lo dejemos. Espero que te vaya bien".

Se levantó del sofá, me miró una última vez y salió de mi casa. Se fue a hacerse mayor. Y vieja. Yo me terminé mi Cola Cao y fui a afeitarme el bigote; ya no había nadie a quien pudiera fastidiar con él.


sábado, 24 de agosto de 2013

Cómo preparar una fiesta hipster

Fan de los post del blog Eufemismos aparte (como este o este) en los que su autora nos da sugerencias de estilismos para fiestas en concreto o para determinados eventos, me dispongo a hacer el mío propio para hablaros de la fiesta que estoy preparando para celebrar mi 24º cumpleaños.

TEMÁTICA
Mi idea era hacer una típica fiesta entre americana y británica, porque me encanta ese ambiente modernillo que en la actualidad viene a llamarse hipster. Así pues me decanté por una barbacoa al aire libre en el jardín de mi casa, con la decoración apropiada, la música que mejor ambientara e incluso la ropa cercana a todo este estilo.

- DECORACIÓN
Para la decoración, lo típico en un cumpleaños, pero todo acercado a ese ambiente americano: globos y banderines azules, blancos y rojos, farolillos de papel, mantel blanco con confetis azules y rojos, velas por los rincones para crear intimidad... y una zona de barbacoa para cocinar entre todos unas hamburguesas.



- MÚSICA
Uno de los imprescindibles para ambientar esta fiesta es la música. Tenía que ser música en inglés, no muy conocida, de grupos indies, que tuviera ese tono divertido y de olor a verano que tienen este tipo de grupos. ¿Qué música podía encajar? Pues temas de The Kooks, Vampire Weekend, Lacrosse, Jake Bugg, Russian Red, The Smiths, The Drums, Kakkmaddafakka, Lana del Rey, She&Him, Imagine Dragons, Haim, The Sunday Drivers... entre otros.



- DRESS CODE
La vestimenta es otro punto muy importante para ambientar esta fiesta. Es muy fácil ver gente por la calle con este estilo llamado hipster, moderno o vintage, aunque tal vez no sea tan fácil para alguien que no acostumbra a vestir así. ¿Sugerencias?
PARA LOS CHICOS: camisas de cuadros o camisetas con dibujos geométricos, de bigotes, de diamantes, o con una simples letras (un YOU ONLY LIVE ONCE nunca falla); pantalones pitillos o bermudas. Como complementos: sombreros, boinas o gorros (para los hipsters frioleros), gafas de pasta, fulares...
PARA LAS CHICAS: shorts vaqueros con estampados,  mallas negras o con algún dibujo geométrico, o unos simples pitillos. Camisetas anchas, con las mangas recortadas. Vestidos cortos con flores o dibujos varios. En los pies, sandalias o zapatillas converse. Como complementos, colgantes llamativos, gafas de pasta, sombreros, un pintalabios bien rojo, un buen moño en la cabeza... y una reflex colgada al cuello.




- COMIDA
En una buena barbacoa americana no pueden faltar las hamburguesas (con lechuga, tomate, cebolla y queso), acompañadas de todo tipo de salsas (ketchup, mayonesa, mostaza...). Tampoco pueden faltar unas patatas fritas para acompañar, y unos nachos con diferentes salsas (guacamole, picante, queso...).
De postre... es un cumpleaños, así que la tarta es imprescindible, pero se puede acompañar con algún otro postre elaborado a base de frutas.
Para beber, cerveza al más puro estilo Homer Simpson... aunque, queramos o no, esto es Spain, así que no faltará una sangría bien fresquita.



Y ya está todo listo, sólo nos faltan unos cuantos amigos, muchas ganas de pasarlo bien, y que el clima acompañe.

¡AH, Y HAY QUE DEJARSE UN FRONDOSO BIGOTE HIPSTER!

martes, 20 de agosto de 2013

Lady Gaga, APPLAUSE (Parte 2. El videoclip).

En relación con esta entrada...

Aquí os dejo el videoclip del nuevo single de Lady Gaga, una sucesión de imágenes artísticas que no se alejan del peculiar estilo de esta cantante.


miércoles, 14 de agosto de 2013

Lady Gaga, APPLAUSE.

Ha regresado Lady Gaga, y lo hace pidiendo un aplauso, un aplauso que le da la vida, un aplauso por la obra de arte que nos quiere ofrecer en su próximo disco, ARTPOP.

Si en su primer álbum hablaba sobre la fama en su faceta divertida, su siguiente EP sobre la cara amarga de la fama, y su segundo disco sobre aceptarse como es cada uno, este será una obra de puro arte con la que recibir lo que todo artista quiere: una gran ovación.

Este primer single de su nuevo disco, Applause, nos hará bailar mucho, segurísimo, en  todas las discotecas.





Aquí os dejo la letra:

I stand here waiting for you to bang the gong 
To crash the critic saying, "is it right or is it wrong?" 
If only fame had an IV, baby could I bear 
Being away from you, I found the vein, put it in here 

I live for the applause, applause, applause 
I live for the applause-plause, live for the applause-plause 
Live for the way that cheer and scream for me 
The applause, applause, applause 

Give me that thing that I love 
(Turn the lights on) 
Put your hands up, make 'em touch 
(Make it real loud) 
Give me that thing that I love 
(Turn the lights on) 
Put your hands up, make 'em touch 
(Make it real loud) 

A-P-P-L-A-U-S-E 
Make it real loud 
Put your hands up, make 'em touch, touch 
A-P-P-L-A-U-S-E 
Make it real loud 
Put your hands up, make 'em touch, touch 

I've overheard your theory 
"Nostalgia's for geeks" 
I guess sir, if you say so 
Some of us just like to read 

One second I'm a kunst 
Then suddenly the kunst is me 
Pop culture was in art 
Now, art's in pop culture in me 

A-P-P-L-A-U-S-E 
Make it real loud 
Put your hands up, make 'em touch, touch 
A-P-P-L-A-U-S-E 
Make it real loud 
Put your hands up, make 'em touch, touch 
A-R-T-P-O-P

viernes, 9 de agosto de 2013

Todo cambia.

Tengo siete años. Soy el niño rarito que siempre sonríe y va corriendo a todos los sitios. Cuando me río, parece que vaya a terminar ahogándome. Corro por una calle de Pina, y mi mejor amigo Fermín viene detrás de mí, como siempre. En la piscina miramos a las chicas de lejos, el helado se me escurre derretido entre los dedos, hormigas corretean por mis piernas.

Un bache que coge el autobús en el que viajo hace que me sobresalte y abra los ojos. Miro de reojo a mi novia en el asiento de al lado, también duerme. Vuelvo a cerrar los ojos, prefiero tener siete años.

Qué guapa está hoy Alicia. Hoy y siempre, eso es algo que nunca cambiará. Incluso a los quince años sigue pareciéndome la chica más guapa. Le paso mi cigarrillo mientras intento aguantarme las ganas de toser, aunque al final no puedo evitarlo. Ella se ríe. Me gusta que me agarre por la cintura mientras la llevo en bicicleta.

El sol me da en la cara a través de la ventanilla del autobús. Tengo mucho calor, una gota de sudor se desliza por mi frente. Pero sigo sin querer despertarme.

Alicia me sonríe desde lejos, con sus quince años; parece que esté en el mismo autobús que yo. Siempre he estado enamorado de ella, desde niño, pero nunca la he besado. Fermín está a mi lado, con ese agresivo acné de los quince años. Me dice que siempre seremos amigos, y que me escribirá. Yo lo veo hacerse cada vez más pequeño desde la ventanilla del autobús.

Un frenazo hace que vuelva a abrir los ojos, y esta vez salgo ya de ese sopor que me hacía imposible no distinguir los sueños de la realidad. Pero el paisaje que veo a través de la ventanilla me hace retroceder en el tiempo: veo a lo lejos la ermita de San Gregorio, donde tan bien me lo pasaba de niño en aquellas fiestas de mayo. Esto significa que ya estoy cerca de mi pueblo.

Es la primera vez que vuelvo a Pina desde hace casi veinte años, cuando tenía quince y me marché a vivir a otra parte por culpa de un trabajo de mi padre. Este calor de mediados de agosto es insoportable, pero no me importa, el recuerdo que tengo de las fiestas de San Roque es demasiado bueno, y hace que esté muy ilusionado con llegar cuanto antes. Aunque después de tanto tiempo las fiestas habrán cambiado, como todo cambia. Menos dinero para organizarlas, menos días, y, sobre todo, diferentes generaciones que se lo toman todo de diferente forma.

Paseo por la plaza de España con mi novia, no puedo dejar de sonreír; tras la tapia, la vaca de fuego da vueltas bajo la mirada del pueblo. Veo a Alicia sentada en la terraza, tomándose una cerveza, y ya no me parece tan guapa. Me cuesta reconocer a Fermín cuando se acerca a saludarme, y me cuesta reconocerlo cuando se aleja tras cruzar tres palabras, como si fuéramos dos conocidos más. Cómo han cambiado.

Al final todo cambia. Los amigos cambian, y se van. Los amores cambian, y se acaban. Tú cambias. La vida es cambio, pero si la vida todavía no me ha quitado la sonrisa, ningún cambio lo hará.


Carlos Carranza Comercio.

[Texto para el programa de las fiestas en honor a San Roque de Pina de Ebro. Os invito a venir.]


jueves, 1 de agosto de 2013

Libro y canción II. (Ray Loriga y Christina Rosenvinge)


Como ya hice hace unos pocos días, voy a recomendar un libro y una canción para pasar esos ratos muertos tan típicos del verano. En esta ocasión, el libro y la canción sí que van a estar relacionados, por varios motivos: el autor del libro y la autora de la canción fueron pareja en su momento, ella aparece como personaje en el libro de él, y los temas que tratan el libro y la canción son parecidos.

El libro es Héroes de Ray Loriga, un escritor, guionista y director de cine, que ha escrito los guiones de películas como La pistola de mi hermano o Teresa, el cuerpo de Cristo, o libros como Tokio ya no nos quiere, Ya sólo habla de amor o Sombrero y Missisipi.

En Héroes cuenta la historia de un chico que se encierra en su cuarto y desea convertirse en una estrella del Rock and Roll. A través de breves fragmentos organizados sin ningún orden lógico, como si el protagonista viviera en un mundo de sueños, nos irá contando sus experiencias con las drogas, con una chica de pelo rubio, historias y recuerdos de su infancia y juventud, reflexiones sobre la vida... Todo ello acompañado por estrellas como John Lennon, Jim Morrison, Bob Dylan o David Bowie (con cuya conocidísima canción comparte título este libro), a los que incluso conoce en este mundo onírico.
"Quería conocer algunas drogas y dormir poco, pasar algún tiempo sintiendo que mi cuerpo y mi cabeza corrían por caminos distintos. Quería estar solo demasiado tiempo y rodeado de gente demasiado tiempo, quería sentir cierto dolo extraño al que sólo las estrellas del rock and roll están expuestas y quería explicarlo todo de una manera confusa, aparentemente superficial, pero sincera, algo que sólo pueden apreciar los que han estado enganchados a la cadena de hierro y azúcar del rock and roll."


La canción que voy a recomendar es Cerrado, y es de una de mis artistas favoritas, Christina Rosenvinge, exmujer de Ray Loriga.  Es una canción de su álbum Cerrado, de 1997. Esta canción trata sobre la elección de aislarse del mundo, de que te dejen en paz, o como la presenta la propia Rosenvinge, "sobre el derecho a no estar, a no jugar... o a jugar a otra cosa". 

"Dios, ¿y ahora quién es? ¿quién hace tanto ruido afuera? No, no quiero volver, no me interesan las carreras. Sé lo que hay al final, un montón de nunca más."