lunes, 14 de octubre de 2013

El Templo del olor a Mal en una falsa Alemania plagada de canciones folclóricas.


Puedes ir si quieres a una Oktoberfest, pero lo más seguro es que acabes en el Templo del mal, un lugar terrorífico más allá de lo imaginable. Sus propietarios no se responsabilizan de las lesiones fortuitas que en su caso pueden sucederte. El aire que se respira es pura maldad, huele a mal; a mal de mierda, de haber tirado mal de la cadena. Y la malvada niña poseída por el vinagre que en este horrible Templo del mal habita no tiene consideración por esa minoría olvidada de la población de alérgicos al vinagre. Sin embargo, nada de esto es lo más terrorífico del lugar; lo más terrorífico es el diseñador de lápidas disléxico que plagó el cementerio del Templo con las macabras siglas RPI y NPI, un misterio todavía sin resolver.

Los visitantes del Templo del mal suelen penetrar en el lugar con un estado de embriaguez producido en ese lugar que hace de antesala, la Antesala del Mal, podríamos llamarlo; o mejor, Oktoberfest. Son demasiadas cervezas repartidas por un grupo de alemanes cantores que obligan a sus espectadores, con sus animados instrumentos, a dar tres saltos sobre inestables mesas de madera, nadar un poco y dar palmadas al ritmo que marcan. Aunque también tienen la capacidad de aburrir soberanamente con unas melodías sacadas de la Alemania más profunda y folclórica, y es que cuándo entenderán estos alemanes que no nos interesa su cultura, que nosotros ya tenemos el Paquito el chocolatero, y que lo único que nos interesa de ellos es su cerveza.

Pero, no temáis valerosos lectores, siempre se puede escapar de este lugar, ya sea en tranvía o en autos de choque.

¡Viva Merkel! ¡Viva la Virgen del Pilar!


jueves, 3 de octubre de 2013

"París tres" y "Solo si te mueves", de Aloma Rodríguez.

Estos días los he dedicado a la lectura de dos de los libros de Aloma Rodríguez, publicados por Xordica; París tres y Solo si te mueves.


Aloma Rodríguez (Zaragoza, 1983) es licenciada en Filología Hispánica, es traductora de francés y fotógrafa. Ha publicado París tres, Jóvenes y guapos y Solo si te mueves. Escribe habitualmente en Heraldo de Aragón y colabora en la revista Letras Libres.

París tres (2007) es una novela en la que la autora narra, en forma casi de diario, su estancia en París como Erasmus durante un año, junto a su novio. Esta novela nació como un blog que escribía Aloma Rodríguez con su experiencia. Nos narra una historia de descubrimiento del mundo, de alejamiento del mundo, de convivencia con la pareja;  con una prosa fresca, sencilla y llena de frases simples, con ironía y un humor descarado.

En Solo si te mueves (2013) nos encontramos con la misma protagonista, en lo que podría ser una precuela del anterior libro. En esta ocasión, la protagonista es más joven, va a trabajar como actriz durante un verano al parque temático Dinópolis en Teruel y todavía no está segura de si su novio es su novio. De nuevo con una prosa fresca y sencilla, nos encontramos una historia llena de humor, de amor y de sexo, de las relaciones entre los compañeros del parque temático, de infidelidades de verano, y de lenta consolidación de una relación.

En este vídeo podemos escuchar algunos fragmentos acompañados de fotos de la etapa de la vida de Aloma Rodríguez que inspiró esta novela.

Otra novela de la misma autora es venes y guapos, cuyos relatos "cuentan una historia de aprendizaje. mientras viaja a Orense, Lisboa o Jaca, la narradora[...], observa la fragilidad, los secretos y las contradicciones de los demás. Y sobre todo descubre cosas de sí misma".