miércoles, 11 de febrero de 2009

My fair lady

My fair lady, la historia de la muchacha inculta y que hablaba tan mal, utilizada por un profesor como experimento para conseguir hacerla pasar por un personaje de la alta sociedad, es una de esas películas intemporales, que no se pueden criticar desde un punto de vista objetivo.

¿Por qué? Pues porque sale Audrey Hepburn, iluminando cada escena en la que aparece (incluso cuando es la Elisa Doolittle pordiosera que vende flores por la calle); porque tiene canciones que no te puedes sacar de la cabeza en días, porque es divertido ver a Elisa hablando tan sumamente mal, ver al profesor Higgins desesperado y apasionado ante esta callejera forma de hablar ("Yo quieo ser una señorita en una tienda de flores y no tenerlas que vender en la calle. Pero naide me tomara si no chamullo el finolis. Este dijo que iba enseñarme y aquí estoy pa eso dispuesta a pagarle, no que lo haga de valde y me trata como un trapo sucio"), y ver ese primer y fracasado intento de presentación en la alta sociedad de Elisa en la carrera de caballos y los intentos de Elisa por hablar correctamente.






ELISA: ¡Vamos, Dover, mueve ese cochino culo!

MADRE: No hablarás en serio, Henry... no pretenderás llevarla al baile de la embajada.
PROFESOR: ¿No está a punto para eso?
MADRE: Sólo lo está para una barcaza de puerto.
PROFESOR: Quizá haya que refinar un poco su lenguaje, pero...
MADRE: Ah, Henry, si no te das cuenta de lo irrealizable que resulta tu proyecto será porque estás loco por ella. Déjalo y no te atormentes más ni atormentes más a
esa pobre muchacha.
PROFESOR: ¿Dejarlo? Pero si es mi más fascinante experimento. Pickerin y yo trabajamos en él noche y día, llena nuestras vidas; enseñar a Elisa, hablar con Elisa, escuchar a Elisa, vestir a Elisa.
MADRE: ¿Qué? Sois dos niños que jugáis con vuestra muñeca de carne y hueso. Hasta esta noche.

Y qué decir de ese final- ¡no sigas leyendo si no quieres saber el final!-, cuando el profesor se da cuenta de que echa de menos a Elisa, y ella se da cuenta de que lo echa de menos a él, y su único futuro seguro es volver a su casa.


ELISA: Me he lavao la cara y las manos antes de venir aquí
PROFESOR: Elisa... ¿Dónde están mis zapatillas?

FIN
Un final para algunos misógino, machista y anticuado, pero que yo considero como una aceptación de los personajes de lo que son y lo que han sido, y a su vez la aceptación que sienten entre ellos. Ella, la joven sucia e inculta que era, ahora es fina, bien hablada y educada, y lo recuerda con la primera frase que le dijo al profesor al ir a su casa. Él, el profesor frío al que sólo le interesa la fonética, por primera vez conoce sus sentimientos, y lo recuerda con la frase más insensible que dijo sin pensar y que despertó el odio de Elisa al pensar que no le importaba nada. No sé, pero no veo el machismo por ninguna parte, a no ser que se haga una lectura de la escena superficial e independiente del resto de la película.

Sin más rollos, sólo quiero decir que es uno de esos clásicos que hay que ver si se es amante del cine, de los musicales, de los clásicos, y de pasar tardes entretenidas en casa (desde luego es más entretenido que estudiar...)

6 comentarios:

  1. No he visto la película, pero solo con que salga Audrey Hepburn merece la pena! Es un clásico, y como dices hay que verlo, y respecto a lo de que si es machista, todo lo pasado nos puede parecer machista, pero hay que ponerse en la época. Un abrazo

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  2. no se cuentan los finales de las pelis, hombre!

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  3. camdem, un clasicazo que te recomiendo, Audrey Hepburn está genial!!

    carol, no se leen comentarios sobre pelis si no se quiere saber el final... ya he puesto una advertencia, que me has hecho sentir mal...

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  4. Me estás haciendo recordar pelis que no me acordaba que había visto! Recuerdo una tarde en el pueblo, verano, calor, todo el mundo en la siesta, y ¡milagro! En vez de una de vaqueros echan esta peli en la tv.
    Me reí muchísimo, me encantó, y mi abu refunfuñando que le habían quitado a sus vaqueros...

    Hay que hacer otra noche de cine...

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  5. My fair Lady, me acuerdo con tristeza de la cantidad de compañeros que se quedaron dormidos cuando nos la pusieron en música hace unos cuantos años. A mí por entonces ya me gustaba Hepburn aunque creo que sólo había visto dos películas suyas.
    De todas maneras, sí, está claro que es más entretenido que estudiar.

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  6. Ladynere, mejor esto que vaqueros, sin duda jeje...

    Lether_Ireth, no me puedo creer que alguien se duerma con Audrey Hepburn en la pantalla... pero bueno, siempre hay gente que no comprende ni respeta el cine, qué se le va a hacer...
    un besico!

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