lunes, 23 de febrero de 2009

La noche del 23-F

Os pongo un capítulo del libro de Cristina Grande, Naturaleza infiel. Espero que os guste.

LA NOCHE DEL 23-F

Perdí la virginidad la noche del 23-F, justo cinco años después de mi primera regla. El chico con el que me enrollé era un compañero de clase cuatroaños mayor que yo. Era de un pueblo de Teruel, de las cuencas mineras, de Utrillas o de Escucha. Por supuesto, tenía los ojos azules. Se pasó la noche entera escuchando la radio. Yo le decía que seguro que no pasaba nada grave, pero él estaba más pendiente de las noticias que de mí, lo cual agradeci mucho ya que no me gustaban nada los arrumacos.
María estaba interna en un colegio de monjas porque había tenido que repetir curso y se estaba volviendo muy rebelde. Mis padres andaban un poco despistados en esa época, más pendientes de sus muchos problemas que de cualquier otra cosa, y creyeron que el colegio de monjas era la solución apropiada. A mí me mandaron a Zaragoza, al apartamento que habían comprado para pasar algún fin de semana y que se onvirtió en mi residencia privada y en el escenario de mis primeras aventuras amorosas.
No echaba de menos a mi familia, sólo a Matilde, y por el simple motivo de que yo no sabía cocinar ni poner la lavadora. Por lo demás, ahí empezaba mi nueva vida de adulta que yo vislumbraba feliz y divertida, tal como podría haber sido de no haber muerto mi padre ese mismo año. La relación con el chico de Teruel sólo duró unos tres meses, hasta fin de curso. Le dije que me agobiaba con tantos regalos y llamadas, pero en realidad él no tenía ninguna culpa de haber cortado la cinta que inauguraba mi promiscuidad. Probablemente le utilicé sin ser muy consciente de ello.
Estaba con Jorge, mi segundo novio, cuando recibí la llamada de Matilde. Mi padre temía los años bisiestos. El año 80 estuvo bastante aprensivo e incluso dejó de fumar durante dos días. Algunas veces pienso en su muerte y me viene a la cabeza el cuento del criado que huye a Ispahán de la muerte pero no puede huir de su destino. Otras veces pienso que simplemente fue un golpe de mala suerte, o un golpe de mar que se lo llevó por delante y nos dejó a los demás conmocionados.
Unos años más tarde, cunaod mi relación con Jorge ya estaba acabada, me encontré con el chico de Teruel. Me dijo entonces que nunca entendió por qué le había dejado, y me sorprendió que recordara mi pequeño transistor, que a la mañana siguiente al 23-F nos habíamos llevado a clase después de comprar El País en el kiosko de la plaza de San Francisco, y que sin embargo no recordara que me había desvirgado. Se había hecho locutor de Radio Zaragoza. No le dije que le escuchaba casi todas las mañanas.

Naturaleza infiel,
Cristina Grande
RBA

3 comentarios:

  1. Hola!

    Te he visto x en la web de vega, que he comentado detrás de ti y he visto que también tenías blog.
    Qué ganicas de que saque el cd eh?

    Un saludo!

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  2. ayyy me parece que no te has leído ese mensaje que aparece al principio de los libros, es legal reproducir esto?

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  3. Gracias por pasarte por el blog ;) Te he visto de vez en cuando por el Cultural de Nerea ^^

    Gracias de nuevo,
    besos
    Nat

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