Cronos, hijo de Urano y de Gea, derrocó a su padre y gobernó durante la Edad Dorada mitológica. Temeroso de que sus hijos pudieran derrocarle a él, fue engullendo a cada uno de los recién nacidos de su esposa Rea. Así se comió a Hestia, Hera, Deméter, Poseidón y Hades. Rea, hastiada de no poder concebir un hijo, decidió que el próximo sobreviviría. De forma que pidió ayuda a Urano y a Gea y tuvo a su último hijo, Zeus, a escondidas en Creta. Lo ocultó en una cueva al cuidado de la cabra Amaltea y rodeado de los Curetes, que tocaban una música de percusión para disimular su llanto y que Cronos no lo descubriera.
Para que Cronos no se diera cuenta de lo que había hecho Rea, ésta le entregó una piedra envuelta en pañales y él la tragó pensando que se trataba de su hijo más joven. Cuando Zeus creció, hizo que su padre bebiera una pócima que le hizo vomitar a todos sus hijos, empezando por la piedra. A partir de entonces comenzaría la Titanomaquia, que terminó con la derrota de Cronos y la consagración de Zeus como Señor del Olimpo.
¿Os recuerda a algo?
¿Os acordáis del cuento de Los siete cabritillos y el lobo?
Un día la mamá cabra se fue al mercado y advirtió a sus siete hijos cabritillos que no abrieran la puerta nadie. Cuando se quedaron solos, el lobo llamó a la puerta. Ellos preguntaron quién era, y el lobo contestó con su grave voz: "Soy vuestra madre". Ellos no le creyeron, así que el lobo se aclaró la garganta tragándose tres docenas de huevos y volvió a intentarlo. Los cabritillos le creyeron, y cuando estaban a punto de abrir la puerta, el hermano mediano, el más inteligente, le dijo que ensañara la pata por debajo de la puerta. El lobo mostró su oscura pata peluda y los cabritillos no abrieron la puerta. Entonces el lobo se blanqueó la pierna con harina y volvió a la casa de los cabritillos, que esta vez abrieron la puerta sin ninguna duda de que se trataba de su madre. El lobo se los comió a todos excepto al más pequeño, que se ocultó en el reloj de la pared.Curioso, ¿verdad?
Cuando la madre regresó, el cabritillo pequeño le contó lo ocurrido. Ambos fueron a buscar al lobo, que estaba durmiendo junto al río con la barriga hinchada. La madre le abrió la tripa, sacó a todos sus hijos engullidos, se la llenó de piedras, y se la volvió a coser. Cuando el lobo se despertó tenía mucha sed, se acercó al río para beber y, del peso de las piedras, cayó al agua y murió.
hmm bueno se parecen algo, que facilidad tienen para vomitar hijos o sacarlos de un estómago jaja, ahora habrá que hacer un cuento inspirado en el nacimiento de Atenea
ResponderEliminarAla.
ResponderEliminarÉsto es como las clases de Beltrán, que no vuelves a mirar la realidad de la misma manera...
Jo, yo tenía que haber cogido esa asignatura, ¿por qué lleva ese horario? Argh...
;)
mmmm, se supone que la conclusión del segundo cuento es que como se come a los cabritillos¡¡¡¡¡ Hay que exterminar a los lobos!!!! jajaja, no me extraña que se extingan muchas especies de animales. Todo se debe a los cuentos que nos cuentan nuestras madres mientras somos pequeños.
ResponderEliminar¿Donde esta la cola blanca de clara? jajaj
que quede claro lA cola blanca de Clara ,, es la cola comprada en los chinos,, para pegar carton..
ResponderEliminarHay mucho simbolismo en este cuento y mucha mitología griega. Estoy trabajando en ello, y lo más sorprendente es el final. Un cuento que ha sido muy mal traducido del aleman al español. Un mal homenaje a los hermanos Grimm.
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