Hace un año que llegué a Dijon... (o lo que echo de menos)

Hace un año que llegué a Dijon para pasar nueve meses. Después de un día de viajes, confusión de trenes, y arrastrar de maletas con muertos dentro, llegué a la que sería mi casa, y no entendía ni una palabra. Me encerré en mi habitación pensando que sería incapaz de soportar allí nueve meses, que quería volver a mi casa...

Y los nueve meses, posiblemente los mejores meses de mi vida, se pasaron volando. Tanto que ya hace un año desde que empecé aquella aventura, y no puedo quitarme de la cabeza todo lo que echo de menos...

Echo de menos que Chocarro me maneje como a su marioneta. Que Trini me despierte de resaca y me haga la comida. Dormir, ver pelis durante toda la noche y comer paté y Nutella con Maribel y Pepa. Que Petit suelte así sin más, de manera gratuita, un comentario cerdo. Comer chocolate de Diana. Que Guzmán grite como sólo él sabe. Ir a la habitación de Amparo y que haga mucho, mucho, mucho, pero mucho calor. Que Virtu nos diga que se va a jugar a los dinosaurios. Que Dany nos suelte una de sus inocentes perlas. Vivir aventuras nocturnas con Juliaca. Que aparezca Agnes y decirle: "¡Agggggggggggnes!". Cantar el tururú con Anna. Salir al pasillo y encontrarme a Emma y Naomi haciendo el payaso. El "Est-ce que je peux goûter?" de Serena. Las barbacoas chez Lucas. El "a mí que no me jodan" de Helena. La conversaciones modernas con Jairo. Los ratos con las Corkys... y con Thomas. Hacer Crémaillères en el piso de las Gemmas. A Luismi no le echo de menos, que lo tengo aquí mismo :). Hacer pirámides en cada lugar al que fuéramos un grupo considerable de españoles... Echo de menos veros todos y cada uno de los días.