lunes, 4 de mayo de 2009

La locura en el Quijote



La locura en el Quijote

Cuando a uno lo invaden las luces y las sombras
del Quijote, no duda de que hay vida allí dentro,
una vida que presta ritmo de bodegón
al paisaje romántico de la caballería.
No hay personaje, escna, situación o diálogo
de la más alta historia que se haya escrito nunca
en que no siente cátedra de humildad o altivez
la miserable vida, la prodigiosa vida
de los seres humanos, la triste y deslumbrante
máscara que reúne, en un solo bouquet
de gestos, destrucción y plenitud, y sabe
circular por la calle del desengaño como
por un edén de raras e impensables delicias,
con la misma pagana displicencia que Venus
recorriendo las salas etéreas dle Olimpo.
Locura, cómo no, mas templada en el yunque
del vivir cotidiano, de modo que, por arte
de magia, esa locura se puede convertir
en sagesse verlaineana, a poco que la muerte
enseñe los colmillos más allá del espejo.

Luis Alberto de Cuenca

2 comentarios:

  1. L Alberto de Cuenca tiene poesía para todo! O.o

    ;)

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  2. Golfo!!! Estás volviendo a tus entradas copy paste, eh!!!jaja
    Me gusta mucho encima ahora que estamos con el Quijote mola más ajaj
    Cuídateee!!!!

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