La vida está escrita en pasado, en recuerdos… Incluso el presente no es más que un pasado muy cercano. Miras a alguien, pero su imagen te llega con un ínfimo retraso. Igual que las estrellas que vemos en el cielo pero hace años que murieron, cuando miras a alguien ves su imagen en un pasado muy próximo, pero pasado. Al final, lo único que realmente existe es el recuerdo.
En realidad no existe el futuro ni existe el presente. Sólo existe el pasado, los recuerdos.
Tengo tres años. ¿Qué es lo que puedo recordar? Apenas nada… fuegos artificiales, lejanos. Los miro desde la ventana de mi habitación, con los oídos tapados y el ceño fruncido. Me dan miedo. Se quedarán grabados a fuego en mi memoria…
Soy un niño, tengo siete años. Hace horas que ha pasado mi habitual hora de irme a la cama. Pero no estoy cansado. Corro por la plaza de España con otros niños, amigos. Tiramos petardos, los metemos en latas, en botellas, en cualquier sitio que se nos ocurra. De fondo suena una orquesta… canciones viejas que en el futuro me recordarán las fiestas de aquel año cada vez que por casualidad las escuche.
Tengo dieciséis años. Una chica me besa, en la mano llevo un vaso de litro. Estamos junto al grillo, unos amigos han subido. Música y ruido de ferias dan ambiente. Son las mejores fiestas de mi vida, nunca las voy a olvidar, no puedo verles el final, nunca van a terminar…
Diecinueve años que ya llegan a su fin… en la carpa del campo de fútbol suena la música de siempre, canciones que no seré capaz de enumerar el mes que viene. De pronto suena una canción que no pega nada con el resto, una canción que me encanta, de mis favoritas. Se llama Margot…“¿Dónde estarás esta noche? ¿Dónde va a ser el fiestón?...” La cantamos a grito pelado, nos encanta, nunca olvidaremos ese momento…
Dentro de una semana cumpliré veintiún años. Cojo mi ordenador y escribo para el programa de fiestas que “la vida está escrita en pasado, en recuerdos…”. Este programa quedará sólo para el recuerdo, como las fiestas… ¿Qué será lo que recordaremos de las de este año?
En realidad no existe el futuro ni existe el presente. Sólo existe el pasado, los recuerdos.
Tengo tres años. ¿Qué es lo que puedo recordar? Apenas nada… fuegos artificiales, lejanos. Los miro desde la ventana de mi habitación, con los oídos tapados y el ceño fruncido. Me dan miedo. Se quedarán grabados a fuego en mi memoria…
Soy un niño, tengo siete años. Hace horas que ha pasado mi habitual hora de irme a la cama. Pero no estoy cansado. Corro por la plaza de España con otros niños, amigos. Tiramos petardos, los metemos en latas, en botellas, en cualquier sitio que se nos ocurra. De fondo suena una orquesta… canciones viejas que en el futuro me recordarán las fiestas de aquel año cada vez que por casualidad las escuche.
Tengo dieciséis años. Una chica me besa, en la mano llevo un vaso de litro. Estamos junto al grillo, unos amigos han subido. Música y ruido de ferias dan ambiente. Son las mejores fiestas de mi vida, nunca las voy a olvidar, no puedo verles el final, nunca van a terminar…
Diecinueve años que ya llegan a su fin… en la carpa del campo de fútbol suena la música de siempre, canciones que no seré capaz de enumerar el mes que viene. De pronto suena una canción que no pega nada con el resto, una canción que me encanta, de mis favoritas. Se llama Margot…“¿Dónde estarás esta noche? ¿Dónde va a ser el fiestón?...” La cantamos a grito pelado, nos encanta, nunca olvidaremos ese momento…
Dentro de una semana cumpliré veintiún años. Cojo mi ordenador y escribo para el programa de fiestas que “la vida está escrita en pasado, en recuerdos…”. Este programa quedará sólo para el recuerdo, como las fiestas… ¿Qué será lo que recordaremos de las de este año?
Carlos Carranza Comercio, para el Programa de Fiestas San Roque 2010 de Pina de Ebro.
muy bonito carlitos!!
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