sábado, 14 de noviembre de 2009

En pasado.

No existe el futuro.
No existe el presente.
Sólo existe el pasado.
Te miro, y la luz de tus ojos me llega con un ínfimo retraso.
Como las estrellas que brillan en el cielo y ya han muerto,
el brillo de tu rostro me llega en pasado.
Te escucho, y el sonido de tu voz es aún más lento que tu brillo.
Quiero tenerte en el presente, no en el pasado.
Me besas,
y entonces somos presente.
Y somos sólo uno.


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