Como niño curioso y de pueblo que fui, uno de los recuerdos de infancia que creo que más diversión me producían eran aquellos momentos en el corral de mi casa, de cuclillas, mirando a las hormigas corretear por el suelo.
Las hormigas corrían en fila india. Si encontraban un obstáculo lo sorteaban tras unos segundos de duda y seguían su camino en fila india. Cuando una encontraba algo de comida lo cogía y volvía al hormiguero. Si lo que encontraba era demasiado pesado, otras hormigas iban a ayudarla y entre todas lo llevaban al hormiguero. Cuando a mí me daba por cazar alguna y la pobre acababa medio muerta sin poder caminar, moviendo sólo una patita, iba otra hormiga y se la llevaba a rastras al hormiguero. Eran una pequeña sociedad que a mí me entretenía visitar cada tarde.
¿Y desde el cielo, qué ven las estrellas?
Ven inmensas colonias de hormigas correteando por toda La Tierra. Y si se esfuerzan un poco oirán sus voces, verán cómo corren de un sitio a otro sin un destino aparente. Verán cómo esas hormigas han ido destrozando poco a poco su hábitat, cada vez más deteriorado. Verán cómo esas hormigas se enzarzan en luchas sin ningún sentido. Y verán como otras residen en sus casas sin ninguna otra emoción. Cómo cada una de esas hormigas ha tropezado, tropieza, y tropezará siempre con la misma piedra. ¡Qué entretenidas estarán esas estrellas con tal espectáculo! Y, a la vez, qué vergüenza me llega a producir las cosas que pueden ver, qué impresión más desagradable se llevarán de estas inmensas colonias perdidas en un mundo que se les queda grande.
Prefiero quedarme con una mirada más íntima, más personal, con la mirada de cada uno. Suerte que existe esa individualidad en nuestra inmensa colonia. Suerte que somos personas, que podemos pensar, tenemos raciocinio, tenemos sentimientos. Suerte... o desgracia, no lo sé muy bien.
Hoy he ido a ver Ágora.
Pobres estrellas, patético espectáculo para ellas,
CINE con mayúsculas para nosotros.
que cierto lo que decis :(
ResponderEliminarSomos hormigas estupidas, las hormigas de verdad tienen un sentido de solidaridad y del esfuerzo colectivo admirable, ojala aprendieramos de ellas.
Saludos amigo.