miércoles, 16 de mayo de 2012

Dark Shadows (Sombras Tenebrosas)


Ayer fui al cine por primera vez desde que fuera el verano pasado a ver Harry Potter y las Reliquias de la Muerte. Parte 2. Y es que pocas películas me habían llamado la atención lo suficiente como para gastar mi dinero en verlas en la pantalla grande, que no está la cosa para ir gastando, sobre todo si tienes un ordenador con internet y muchas pelis online

Hasta que me enteré del nuevo proyecto de Tim Burton y Johnny Depp, Dark Shadows, y desde el principio me llamó la atención, porque todas las películas en que ha participado esta pareja me han encantado. No me importaba pagar una entrada para verla, a pesar de haber leído críticas no muy buenas.

El argumento no parecía nada del otro mundo, pero si en el reparto estaban Johnny Depp, Helena Bonham Carter, Michelle Pfeiffer y Eva Green, además había cameos de Christopher Lee y Alice Cooper, y todo dirigido bajo la inconfundible y personal mirada de Tim Burton, el resultado tenía que ser como poco digno. Pero, realmente, la primera palabra que me vino a la cabeza tras verla, fue un poco "decepción". 
Johnny Depp como Barnabas Collins.
El escenario era perfecto: el horrible estilo setentero sumado a ese toque de terror gótico de Burton. Un reparto de envidia. La música divertida. Si tenían todos los materiales, ¿cuál es el problema? 

El problema está en el guión. No desarrolla ninguna de las historias que plantea, y las que desarrolla o no son interesantes o no lo hace bien. No se desarrolla la historia del verdadero amor del vampiro protagonista, Barnabas Collins (Johnny Depp), Helena Bonham no saca partido a un personaje genial, y los únicos momentos graciosos son únicamente los que aparecen en el trailer, todo lo demás resulta a veces aburrido. Y el desenlace es un poco para llevarse las manos a la cabeza, o directamente taparse los ojos.

Eva Green como la bruja Angelique Bouchard.
Aunque, sin duda, tiene grandes momentazos, una ambientación cómico-gótica, escenas divertidísimas, la música que siempre te saca una sonrisa, y Eva Green iluminando la escena cuando aparece

Yo me esperaba más un Sleepy Hollow o Sweeney Todd, pero está claro que Tim Burton está decayendo desde Alicia en el País de las Maravillas, que ya no era tan buena como otras de sus películas, pero que aún me gusto más que Dark Shadows. Espero que sólo sea un crisis pasajera, y no una tendencia a la baja.

Os dejo el trailer de la película:

miércoles, 9 de mayo de 2012

Almas sensibles.

Ayer, leyendo un libro para hacer un trabajo de la universidad, me encontré este fragmento sobre unos carniceros que van a visitar una granja de cerdos. El asco que me dio fue tremendo. No sé si os gustará mucho leerlo, sobre todo si sois almas sensibles.

"Allí querría ver a las almas sensibles, no en el matadero, sino en la granja; allí querría ver a los comedores de salchichas que creen que antes de morir el animal lleva una vida tranquila, comer y dormir, comer y dormir. [...]   cerdos que no podían comer, en los huesos algunos, llenos de heridas infectadas, úlceras, tumores abultados, abscesos de pus, hernias, ciegos unos, mutilados otros, devorados los caídos pese a estar todos desdentados, pues el transportista les explicó que les cortaban los dientes igual que les cortaban el rabo y les arrancaban los testículos, y hasta les hizo una demostración práctica pese a que insistieron en que no era necesario: el hombre [...] agarró un cochinillo al que separó de la teta de su madre, lo levantó por las patas traseras y el animal se sacudía y chillaba. [...] Con unas tijeras de podar le cortó el rabo, y al tirarlo al suelo vieron que el piso arenoso estaba lleno de pequeños muñones como ése. Es para que no se lo muerdan unos a otros y luego se infecte, aclaró el improvisado cirujano. Después colocó al animal entre sus rodillas y lo inmovilizó boca abajo, sacó un cúter del bolsillo y tras abrirlo de patas le rajó el escroto, mientras el cerdo chillaba y se retorcía. Con los dedos le apretó la bolsa hasta que asomaron los pequeños testículos, y con la misma cuchilla los arrancó de un tajo. El cerdo se sacudía sin parar, y su chillido se había vuelto ronco y constante, aunque recuperó intensidad cuando le echó un chorro de desinfectante en las heridas. Lo dejó en el suelo, y el animal intentó volver a su lugar cojeando, pero el transportista lo agarró de nuevo por una pata trasera y lo arrastró consigo hasta un lateral de la nave, donde había un mueble entre cuyos cajones buscó hasta encontrar unos pequeños alicates. Levantó al lechón con una mano, tomándolo por el cuello y apretándole para que mantuviera abierta la boca, y con los alicates lo fue desdentando, aunque aclaró a los horrorizados observadores: no se los arranco, qué va, sólo se los corto, es para que no se coman unos a otros, y ni por ésas." 
La mano invisible
Isaac Rosa
Seix Barral

Cuando terminé el capítulo fui a la cocina a hacerme unos trozos de lomo de cerdo para cenar.