Y ahora toca estudiar.
Estudiar.
Estudiar.
Estudiar.
Y seguir estudiando.
Menos mal que siempre quedará la poesía y la imaginación para poder evadirnos, huir de esta estresante realidad, viajar lejos...
LA AMAZONA DE MORDOR
Esa amazona rubia que cabalga
por las grises colinas y los yermos
de Mordor; esa chica que ha dejado
atrás la primavera y se dirige
al país de la noche permanente,
donde el señor del mal gobierna.
Por qué no vuelve grupas hacia el mundo
donde el lirio florece y las muchachas
buscan fresas y dan besos furtivos
y tejen y cocinan, donde hay bardos
que cantan las hazañas de los héroes
y veneran a la Gran Diosa.
Esa mujer dorada que galopa
de espaldas a la luz y a la belleza,
persiguiendo sin tregua ni reposo
al oscuro jinete que la rompe
de amor y la consume de deseo,
al enemigo de su alma.
Luis Alberto de Cuenca,
Por fuertes y fronteras
...y regresar a un escritorio lleno de folios y libros, con la pilas cargadas para seguir estudiando, estudiando y estudiando.