viernes, 10 de agosto de 2012

Tormenta de verano



Cuando llegan las fiestas de San Roque a Pina, es como cuando llega una tormenta en medio del verano. Una tormenta de verano dura poco, te refresca con la lluvia y con su típico olor, te hace salir de la rutina, te distrae, te maravilla (o asusta) con sus rayos y sus truenos.

En fiestas pasa lo mismo. Te refresca ese nuevo ambiente que te hace salir de la rutina, olvidar un poco los problemas del día a día, distraerte… Te diviertes con la música y las charangas.

Durante esos días de fiestas, Pina huele a petardos, a alcohol, a vacas. Sabe a cerveza, a vino, a agua de Valencia y a ron. Empiezas a pasar más tiempo en la plaza, a cantar con las orquestas o a bailar la música de la disco-móvil.

Los días de fiestas son como un paréntesis en medio del verano en los que pasas más tiempo con tus amigos, te reencuentras con viejas amistades e incluso haces nuevas. Te visitan amigos extranjeros, o amigos a los que tenías ganas de enseñar con orgullo cómo son las fiestas de tu pueblo.

Un día llega esa traca de fin de fiestas, que indica que vuelve la tranquilidad y la rutina. Pero nada comparado con esos primeros días en que no sabes exactamente qué pasará este año, si te divertirás más que el anterior o menos, pero sabes con seguridad que será algo especial.

Una vez escuché que una tormenta de verano no sirve de nada si no tienes a nadie a quien besar bajo ella. Yo lo cambiaría por algo más inocente y divertido, yo diría que una tormenta de verano no sirve de nada si no tienes nada que bailar bajo ella ni nadie con quien hacerlo.

Y lo mismo ocurre con las fiestas de Pina de Ebro. Si estás solo, poco disfrutarás de todos los eventos, situaciones y música. Así que toca salir a la calle, tomarse algo con los amigos, refrescarse, distraerse y disfrutar.

¡FELICES FIESTAS DE SAN ROQUE A TODOS!